Hace poco terminé una campaña basada en el Akallabeth del Silmarillion que nos ha durado bastante. Empleé un sistema propio llamado Endórë y como es habitual, uno modifica y adapta lo que conoce para acercarlo a sus gustos personales. Esto me ha hecho pensar si los que llevamos jugando bastante tiempo y de manera asidua… ¿Necesitamos realmente licencias y sistemas nuevos?
Cuando vemos tantas nuevas publicaciones y de temática tan variada uno se alegra de la buena salud que goza la creatividad en nuestros círculos, pero luego miras la realidad y uno se pone a reflexionar. En las últimas jornadas de Salambina muchos no conocían Walkure o Espada Negra por citar un par de ellos, pero en cambio buscaban suplementos de juegos como Stormbringer o La Llamada de Cthulhu de Joc, como si el rolero viejuno no tuviera más interés que seguir disfrutando de rol noventero o de principios de este siglo.
¿Le damos una oportunidad a los productos actuales o simplemente ya no nos interesa? Supongo que las tiendas especializadas podrían esclarecer dicha pregunta pero si se pudiera hacer una encuesta de primero, ¿a qué juega usted? Y segundo ¿con qué periodicidad? ¿Qué nos revelaría? Mi grupo de juego se pilló recientemente juegos como Todos para Uno o Al Filo del Imperio, yo mismo adquirí un Eclipse Phase (juego que pese a su veteranía no había sido publicado en España) pero es curioso, solo lo narré en una jornada y para colmo la única campaña extensa que he llevado empleé un sistema propio.
Supongo que a nadie puede entristecerle la aparición de manuales actuales en las estanterías de la roleroteca pero también me cuestiono cuántos compramos y descargamos rol. Como anécdota curiosa un amigo presumía de tener gigabytes de rol en el disco duro y un día le pregunté ¿a cuántos has jugado? Ninguno, ni tan siquiera los había leído en profundidad. Entonces, ¿compramos y descargamos meramente por simple coleccionismo o se le otorga un uso lúdico a un manual? ¿Eso explicaría el ataque nostálgico para desembolsar las cantidades de los manuales viejos?
Tengo varios amigos que se afanan en conseguir cualquier producto rolero que emerge del mercado cuyo destino queda relegado a cultivar polvo, adornar en el salón y disfrutar de las ilustraciones cada vez más elaboradas. Puede que al autor o editorial no le importe una vez el consumidor lo tenga, pero a veces uno cree que una obra apenas tiene más vida que la de su básico y que si se juega o no, da lo mismo.
Un hecho que me llama la atención es que un producto se podría perpetuar gracias a los contenidos digitales y descargas gratuitas, ya sea en guiones de aventuras, campañas o ideas. La cuestión reside en si merece la pena o si ocurrirá como lo comentado, ocupar megas en el disco duro…
Cuando escucho debates o tertulias sobre el tema rolero siempre se abordan las mismas cuestiones, cómo potenciar el ocio, el mercadeo de las editoriales y sus malvados precios, la vil nostalgia y palabras similares. Y digo yo, muchos de los que intentan salvar nuestra afición no juegan a nada por lo que uno debería predicar con el ejemplo, en mi opinión. Pero con todo, hay jornadas de barrio, asociaciones, blogs, programas en youtube, artículos y por supuesto, material fresco y reciente. ¿Merece la pena? Como en el cole de mi ya extinta EGB, razone la respuesta.
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– El Vigilante –